Cada obra de arte es única. El artista refleja en ella sus emociones, vivencias…Estamos inmersos en una vida de materialismo donde a veces no comprendemos al artista.
La vida espiritual sería un triángulo agudo dividido en partes desiguales. El triángulo tiene un movimiento lento, que apenas se ve. Una situación hoy es comprensible para el vértice de arriba y resulta una tontería incomprensible para el resto del triángulo, pero mañana será razonable y con sentido para otra parte de éste.
La vida espiritual sería un triángulo agudo dividido en partes desiguales. El triángulo tiene un movimiento lento, que apenas se ve. Una situación hoy es comprensible para el vértice de arriba y resulta una tontería incomprensible para el resto del triángulo, pero mañana será razonable y con sentido para otra parte de éste.
El triángulo espiritual rota con lentitud hacia delante y hacia arriba. A medida que se asciende dentro del triángulo espiritual, el miedo y la inseguridad se van perfilando.
Por tanto la concepción del arte es la representación de la vida espiritual a lo largo del tiempo y es lo que sus creadores sienten y representan.
La evolución del arte y del mundo espiritual se produce en “libertad total” fuera de influencias, a veces se centra en el color (Matisse) y otras veces se centra en las formas (Picasso).
La evolución del arte y del mundo espiritual se produce en “libertad total” fuera de influencias, a veces se centra en el color (Matisse) y otras veces se centra en las formas (Picasso).
El artista representa su vida interior a través del arte en todos sus sentidos y formas.
Existe un profundo parentesco entre la música y la pintura. Sin olvidar las conexiones entre el color y el sonido o entre la forma y el color. A través de la forma y el color la pintura evolucionará hacia el arte en sentido abstracto y alcanzará la composición puramente pictórica. En cuanto a la forma, no es más que la delimitación de una superficie por otra. Cuanto menos oculta está la parte abstracta de la forma más primitivo y puro será. Wassily Kandinsky refleja que la intuición debe ser el único guía para la integración de formas abstractas.
El arte nuevo debe asentarse en un lenguaje de color y Kandinsky da las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono y de cada color, pero él no se interesa por el espectro sino sólo en la respuesta del alma.
Cuando escuchamos el color azul nos viene a la mente la palabra cielo y el color verde se manifiesta más a la llegada del verano y así sucesivamente con el resto de colores
La obra del artista se constituye a través de la vía mística, que cobra vida propia y que aunque se constituye en algo individual y autónoma no es un fenómeno sin importancia, sino que se mantiene inerte en un mundo espiritual que influye en la constitución de la atmósfera espiritual. Solo puede considerarse si es buena o mala desde esta perspectiva interior.
Una pintura es buena porque tiene una vida interior completa. Un artista tiene que ciudad su alma, para desarrollar su talento.
El arte nuevo debe asentarse en un lenguaje de color y Kandinsky da las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono y de cada color, pero él no se interesa por el espectro sino sólo en la respuesta del alma.
Cuando escuchamos el color azul nos viene a la mente la palabra cielo y el color verde se manifiesta más a la llegada del verano y así sucesivamente con el resto de colores
La obra del artista se constituye a través de la vía mística, que cobra vida propia y que aunque se constituye en algo individual y autónoma no es un fenómeno sin importancia, sino que se mantiene inerte en un mundo espiritual que influye en la constitución de la atmósfera espiritual. Solo puede considerarse si es buena o mala desde esta perspectiva interior.
Una pintura es buena porque tiene una vida interior completa. Un artista tiene que ciudad su alma, para desarrollar su talento.
Actualmente nos acercamos a las composiciones conscientes y racionales, en ellas, los pintores pueden declarar composicionales sus obras, a diferencia de las abstractas.
La literatura y la música es arte, pero resulta decadente intentar imitar ambientes exteriores, el verdadero arte nace del interior. Lo mismo ocurre con la pintura.
Cada color representa una sensación y el pintor se expresa mediante los colores y la composición geométrica.
En conclusión, sugerimos que el arte se debe a la educación del espíritu y no a la necesidad de introducir literalmente un contenido consciente ya pensado. En cuyo caso no obtendríamos más que un resultado intelectual carente de vida.
La literatura y la música es arte, pero resulta decadente intentar imitar ambientes exteriores, el verdadero arte nace del interior. Lo mismo ocurre con la pintura.
Cada color representa una sensación y el pintor se expresa mediante los colores y la composición geométrica.
La verdadera obra de arte nace misteriosamente.
En el aula de infantil se puede realizar una actividad muy sencilla, como puede ser preguntar a los niños sus colores favoritos y enseñarles a través de los materiales que pueden ser calidos como el rojo o frios como el azul para que puedan comprenderlos
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